BICENTENARIO: 200 AÑOS DE POBREZA Y EXCLUSIÓN
El próximo 20 de julio, se conmemora el bicentenario de la independencia, para esto en Medellín se quemarán 2.000 millones de pesos en juegos pirotécnicos, ¡que espectáculo!,
pero, ¿cómo ayuda esto a resolver el problema del hambre, la falta de salud y educación para los niños y niñas de de nuestra ciudad? no es por falta de dinero, ni de recursos, ni de planificación, ni de organización o de participación, es más bien un asunto de decisión política, de que los gobernantes cumplan con el mandato ordenado por las personas que confiaron en sus propuestas de campaña, o ¿es que existe algún interés "macabro" de perpetuar esta situación? Pues, uno gasta su dinero en cosas suntuosas, cuando tiene resuelto sus necesidades básicas, y cuando le sobra y ya no sabe en que más gastarse el dinero, tiene tanto, que puede tomar la decisión de quemarlo o regalarlo, o hacer lo que le venga en gana, pero esta no es la situación de los recursos públicos, estos son los dineros "dizque, sagrados", producto de nuestros impuestos, entonces, ¿qué significa "sagrados"?
Cuánto esfuerzo y dinero se ha gastado en la celebración del bicentenario, en los juegos suramericanos, en el encuentro del BID, en los alumbrados de diciembre, en las pirámides de la oriental, en el Parque Arbid, en seguridad democrática, en corrupción. Prefieren gastarse el dinero en cosas suntuosas, efímeras y no en lo que verdaderamente convoca a cualquier pueblo, el futuro de sus niños y niñas. No pretendo ignorar que algunas de estas cosas sean importantes para el desarrollo de la sociedad, pero, más importante que erradicar el hambre, la exclusión y la pobreza de nuestros niños y niñas, NO.
Podríamos "celebrar el Bicentenario de la Independencia" utilizando esos recursos en proyectos que garanticen la alimentación, la salud y la educación con calidad, para todos los niños y niñas de nuestra ciudad para los próximos 20 años. Esta si seria una verdadera celebración de independencia, porque si estaríamos contribuyendo a la superación de la pobreza. Seria un descanso para los miles de desempleados que sufren por no poder garantizar a sus hijos e hijas lo básico para la subsistencia. Podríamos por fin tener una generación con posibilidades de transformación social.
El próximo 20 de julio, se conmemora el bicentenario de la independencia, para esto en Medellín se quemarán 2.000 millones de pesos en juegos pirotécnicos, ¡que espectáculo!,
pero, ¿cómo ayuda esto a resolver el problema del hambre, la falta de salud y educación para los niños y niñas de de nuestra ciudad? no es por falta de dinero, ni de recursos, ni de planificación, ni de organización o de participación, es más bien un asunto de decisión política, de que los gobernantes cumplan con el mandato ordenado por las personas que confiaron en sus propuestas de campaña, o ¿es que existe algún interés "macabro" de perpetuar esta situación? Pues, uno gasta su dinero en cosas suntuosas, cuando tiene resuelto sus necesidades básicas, y cuando le sobra y ya no sabe en que más gastarse el dinero, tiene tanto, que puede tomar la decisión de quemarlo o regalarlo, o hacer lo que le venga en gana, pero esta no es la situación de los recursos públicos, estos son los dineros "dizque, sagrados", producto de nuestros impuestos, entonces, ¿qué significa "sagrados"?
Cuánto esfuerzo y dinero se ha gastado en la celebración del bicentenario, en los juegos suramericanos, en el encuentro del BID, en los alumbrados de diciembre, en las pirámides de la oriental, en el Parque Arbid, en seguridad democrática, en corrupción. Prefieren gastarse el dinero en cosas suntuosas, efímeras y no en lo que verdaderamente convoca a cualquier pueblo, el futuro de sus niños y niñas. No pretendo ignorar que algunas de estas cosas sean importantes para el desarrollo de la sociedad, pero, más importante que erradicar el hambre, la exclusión y la pobreza de nuestros niños y niñas, NO.
Podríamos "celebrar el Bicentenario de la Independencia" utilizando esos recursos en proyectos que garanticen la alimentación, la salud y la educación con calidad, para todos los niños y niñas de nuestra ciudad para los próximos 20 años. Esta si seria una verdadera celebración de independencia, porque si estaríamos contribuyendo a la superación de la pobreza. Seria un descanso para los miles de desempleados que sufren por no poder garantizar a sus hijos e hijas lo básico para la subsistencia. Podríamos por fin tener una generación con posibilidades de transformación social.
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